Páginas

viernes

Ricardo Fernández Ortega, mucho más que sueños




 Llegué cuando una luz muriente declinaba.

Emprendieron el vuelo los flamencos dejando

el lugar en su roja belleza insostenible.

Luego expuse mi cuerpo al aire.

Descendía
hasta la orilla un suelo de dragones dormidos

entre plantas que crecen por mi recuerdo sólo.


Levanté con los dedos el cristal de las aguas,



contemplé su silencio y me adentré en mí misma.

  • María Victoria Atencia
De Compás binario (1979 y 1984)